domingo, 16 de noviembre de 2014

estereotipos en la adolescencia

Los estereotipos de género están presentes de forma directa  en la vida cotidiana de los adolescentes y les afectan en sus conductas y decisiones.
Como enfermeras que trabajamos en el  ámbito de la salud somos testigos directos de la demanda que hace la población adolescente. Si a ello añadimos sus opiniones sobre estereotipos, sexo o relaciones familiares recogidas durante cuatro años que reflejan  sus  ideas,  debiéramos llegar a conclusiones sobre  su  estado de salud y también  hasta dónde alcanzan los recursos sanitarios.
Tal como dice la OMS: “Para conseguir los más altos niveles de salud, las políticas sanitarias deben reconocer que las mujeres y los hombres, debido a sus diferencias biológicas y a sus roles de género, tienen diferentes necesidades, obstáculos y oportunidades” (OMS 2001)


Los cambios sufridos en el cuerpo de las personas adolescentes y el cambio de visión de sí mismos/as, les afecta de forma directa en su salud. La adolescencia es una etapa difícil y que va a tener consecuencias, sin embargo el sistema de salud presta atención al área biológica descuidando los factores bio-psico-sociales causantes de la perdida de la salud.
Existen unos determinantes para la salud a través de la biología humana, condicionados por la genética y sometida al envejecimiento. También contribuye a disponer de una buena salud el medio ambiente. Determinados países y zonas están sometidos a graves deficiencias debido a contaminantes en el aire, el agua o la tierra y a través de ellos los alimentos son contaminados a su vez.
Los factores psicosociales vienen condicionados por la forma en que se desarrolla la evolución de las personas respetando a su cuerpo como un todo. A ello contribuye la cultura y las tradiciones que no por serlo son aceptables e idóneas para la salud.




Los estilos de vida respecto a unas conductas que pueden respetar o no la propia salud. Aquí podríamos hablar de aquellos comportamientos que aun siendo aceptados por la sociedad son insalubres. A veces con una hipocresía aceptada por la comunidad se toleran los patrones violentos con demostraciones viriles o se exigen conductas sumisas con la excusa de ser necesarias.